Parece obvio pero debemos empezar desde el fin de la era de Randy Wittman. La temporada 2015-2016 nos dejó con un balance de lesionados y un 41-41 que nos dejó fuera de los Playoffs. Se comentó que la situación de Wittman con los jugadores no era la mejor y que también existían fricciones entre jugadores en el vestuario. Mucho de esto, sumado a la larga lista de lesionados, parece ser uno de los alicientes de una temporada que puede ser considerada como un fracaso tras las semifinales de conferencia de la 2014-2015.
Kevin Durant. Agencia libre. Washington. A finales de temporada nos hicimos con los servicios de Scott Brooks para comandar a un equipo que parecía caerse a pedazos. Brooks entrenó a los Oklahoma City Thunder y los llevó a finales de NBA en la temporada 2011-2012. Los directivos de Washington, deseosos de atraer a la estrella más importante de la agencia libre, apuraron la contratación de Brooks para este fin y sumado a que Durant es oriundo de D.C pensaron que sería un combo seductor para atraer a una superestrella de su calibre. ¿El resultado? Washington no obtuvo ni siquiera una entrevista con KD quién se reunió con otras franquicias y finalmente se decantó por Golden State. Lo cierto es que si por Durant hubiese sido Brooks seguiría en su cargo en OKC pero, sin embargo, fue despedido. Y KD nunca demostró una fuerte relación con su ciudad natal.
Pasado esto, un rápido movimiento nos permitió extender y aumentar el contrato a Bradley Beal quien obtuvo el máximo salarial. Una agencia en al que perdimos jugadores como Nené, Garrett Temple, Jared Dudley, Ramon Sessions y Drew Gooden entre otros y contratamos a Danuel House, Jason Smith, Andrew NIcholson, Ian Mahimmi, Tomas Satoransky y Marcus Thornton entre otros.
Y de esta manera la temporada dio comienzo en Atlanta frente a los Hawks en el debut de Dwight Howard y fue derrota como también lo fueron los próximos dos encuentros frente Memphis y Toronto. Nuestra primera victoria llegó en el segundo partido con Atlanta por 95-92. Falencias defensivas en el juegos interior, la apuesta por la renovación de Bradley Beal que parecía no funcionar, la segunda unidad que no lograba estancarse. Todo era una triste imagen, algo que no esperabamos frente a nuestras expectativas (quien escribe tenía expectativas moderadas pero esto resultaba algo totalmente inesperado).
Se fueron sucediendo los partidos alternando buenas y malas y es cierto que tras 28 partidos y un récord de 13-15 todavía no logramos salir del pozo y nos encontramos fuera de la zona de Playoffs (al día de hoy se estaría clasificando Atlanta con 14-15 en el balance) pero, siempre hay un buen pero, el equipo nos trae mejores sesaciones y parece que sus piezas empiezan a funcionar. John Wall como líder está promediando 23.7 puntos, 9.7 asistencias y 2.26 robos, tras un comienzo un poco más dubitativo, Bealse encuentra sobrepasando los 20 puntos en promedio. La segunda unidad sigue sin funcionar por completo y algunos jugadores como Markieff Morris están por debajo de su nivel habitual pero las sensaciones son un poco mejores. Nuestro backcourt comienza a entenderse mejor y el juego interior mejoró ostensiblemente pese a sus falencias.
¿Qué podemos esperar para los próximos partidos? Parace obvio oero debemos reforzar la pintura, evitar cargarnos rapidamente de faltas y que el backcourt mantenega su nivel.
La última victoria frente a los Bulls en el día de ayer demostró que el equipo puede llegar entero tanto mental como físicamente sobre el final del partido. El comienzo de la temporada presentaba un equipo que no lograba transferir las buenas sensaciones de la primera mitad y el esfuerzo terminaba decayendo. Por esta razón nuestra último partido tiene que ser el comienzo para revertir definitivamente la situación, el quipo mejora lentamente pero para quien escribe estas líneas hay una realidad: el principal rival de los Wizards son los propios Wizards, sabemos que la plantilla no es la ideal pero no es la peor. Es un equipo con potencial y ahí es donde las estrellas de Wall y Beal deben dejar de lado todo y potenciar y hacer crecer a los otros. Si eso pasa en el corto plazo, buenas cosas pasaran en D.C.
Nos esteremos viendo en 28 partidos...
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